Comprender qué significa aprender y cómo es que éste proceso ocurre, debiese ser uno de los puntos de discusión centrales en los centros de educación y formación de nuestros países. Usualmente sin embargo el foco está puesto en lo que se enseña y no en el cómo se enseña. Los procesos pedagógicos son importantes no sólo en las universidades, colegios o instituciones educativas. En una economía que gira en torno a la producción de conocimiento, las empresas también debiesen contar con modelos de aprendizaje que respondan a sus necesidades.
Sin pretender realizar un análisis exhaustivo de los múltiples autores y teorías que existen en relación al aprendizaje, diremos que existen distintos dominios que se presentan en niveles diferentes. Podemos aprender por ejemplo a cepillarnos los dientes de cierta manera o a seguir un protocolo determinado para seleccionar a un candidato que busca un empleo. Este tipo de aprendizaje se denomina “técnico” o “instrumental” y nos permite cumplir con una cantidad amplia de tareas que conllevan nuestro trabajo y vida cotidiana.

Otro tipo de aprendizaje ocurre cuando comprendemos y aplicamos ciertas reglas sociales que nos permiten convivir en una comunidad determinada. Aprender a respetar al otro, a seguir normas, a levantar la mano para pedir la palabra en una clase, son ejemplos de este tipo de aprendizaje que es denominado como “práctico” o “social”
Un tercer tipo de aprendizaje ocurre como resultado del diálogo entre distintas personas en las que se analiza la validez de un argumento. Este tipo de aprendizaje tiene un alto potencial para la generación de transformaciones sociales y es conocido como aprendizaje dialéctico o dialógico. Es a través de un proceso conversacional en la que distintas posturas se enfrentan para obtener un nuevo aprendizaje a partir de la síntesis de conocimientos compartidos.
Un último dominio de aprendizaje es el de carácter transformativo. Muchos autores han desarrollado teorías en torno a esta dimensión, pero nos referiremos principalmente a los aportes de Mezirow, quien influenciado por Kuhn, Freire y Habermas plantea algunas ideas centrales para entender esta mirada.

En primer lugar, el aprendizaje transformativo implica volvernos críticamente conscientes de cómo y porqué las estructuras psicoculturales y sus supuestos modelan la manera en que nos percibimos a nosotros y a nuestro entorno. Este enfoque desafía a las personas a evaluar, analizar y cuestionar su sistema de valores y visión del mundo para modificarlas a través de la experiencia lo que conduce a un cambio profundo de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. El aprendizaje final se produce cuando es posible unir el pensamiento crítico con acciones críticas.
Fundamentalmente, desde la perspectiva de Mezirow, lo que se modifica al aprender son las perspectivas de significado, es decir, los supuestos culturales y psicológicos que nos permiten asimilar experiencias pasadas y transformar nuevas, y los esquemas de significado que son los conceptos, creencias, juicios y sentimientos que definen una interpretación en particular.
Volviendo entonces a nuestra premisa inicial, cuando hablamos de lo que significa aprender, esta teoría ofrece una variante clave: Nos permite tener conciencia crítica de nuestras propias suposiciones y expectativas como las de los otros, para así poder evaluar su pertinencia, hacer una interpretación y modificar nuestro entorno al tiempo que nos modificamos a nosotros mismos.
Por: Diego Méndez – Director Ejecutivo de Learner.